En medio del caos, cinco elementos. El ser humano es un ser fácil de manipular y engañar porque ha dejado de escucharse desde hace demasiado tiempo, años y siglos acumulados mezclados con una falta de coherencia y consciencia en cantidades desafortunadas para todos. Cuando algo se siente por dentro también se acaba sintiendo fuera y es justo lo que está ocurriendo, falta de escucha. Para mi escuchar es saborear con cada uno de los sentidos, esa parte tan humana que me ata al suelo y esa parte tan mística que me eleva al cielo. Justo eso. Si algo he aprendido es que cuando un vaso de cristal se rompe aunque se pegue jamás volverá a ser como antes, quedan grietas y el agua se escapa porque donde quiere, es su necesidad de escaparse. Pues las personas somos parecidas al agua nacimos para fluir y no condenarse a huir, pero se nos estanca aunque seamos parte del gran océano. Y te preguntarás, ¿Qué tienen que ver estas palabras con una pandemia? Muy sencillo, hablo de quiebre, de tirar muros, de volver a sentir, de simplemente ser, santo y seña, el nuestro propio. Una sociedad sana con valores de verdad no enferma, el cuerpo humano no enferma por si solo, (no lo hace ni lo hará nunca, enferma por miedo y mentiras varias muy bien diseñadas) somos unos seres que si nos escucháramos sanaríamos automáticamente porque tenemos unas capacidades difíciles de imaginar para quienes les robaron el soñar. No nos crearon para eso sino para crear cosas maravillosas e iluminar todo aquello que nos rodea, para VIVIR. Ese vivir que es a lo único para lo que venimos a este paraíso terrestre.

Recuerda, que las personas funcionamos mucho mejor con amor que con miedo. Funcionar con amor significa vibrar alto y atraer circunstancias y situaciones acorde a esta vibración. Un secreto gritado a voces que no interesa a muchos porque nos hace libres y la libertad es uno de los bienes más preciados que existen sobretodo en estos tiempos. Sin embargo, si al contrario funcionamos con el miedo, el tema cambia. Pueden hacernos sentir fácilmente en una jaula: que no somos suficientes o quizás no reunimos la suficiente valía, bajando el sistema inmune al subsuelo cayendo en cualquier adversidad. El sistema inmune no son solamente nuestra defensas físicas del cuerpo, es nuestro campo energético. Un campo energético que nos rodea y dependiendo de las energías que nos rodeen o cómo vibremos cambia su nivel de protección parece tonto que no nos expliquen estas cosas pero no lo van hacer, tampoco interesa porque nos empodera y nos hace fuertes. Entonces, si a una persona le metes miedo, le haces sentir no suficiente o le niegas compasión o amor a la larga enfermará, primero será su energía y seguido irá su cuerpo muchas personas más de las que creemos mueren de pena. Si añades pánico mundial, ábrele la puerta a tu caos y déjale que arrase… pero si os cuento un secreto cuando se conoce la oscuridad, el miedo, la tristeza, la ira y el dolor o sea cae con todo el equipo, o renaces como el mismísimo Ave Fenix. Toda gran caída trae un gran cambio, todo cambio eleva la consciencia y trae una evolución. Todo mal puede convertirse en bien, pero la magia la haces tú, la hacemos nosotros hazte consciente y crea coherencia de ello. En todas las etapas de este mundo que he estudiado como historiadora diré que el miedo a jugado un papel fundamental y como decía mi padre “el miedo guarda la viña”, pero que el único miedo que tengamos sea a no ser, a no vivir, a no crecer. Un ser libre no tiene miedo amar, a expresar aquello que le mueve por dentro, a inspirar a quiénes le rodean porque no siente amenaza a ser… si el mundo se cae a pedazos seamos libres y seamos de verdad porque nuestra energía llega más lejos que al mar, recuerda que somos océano y más de cinco elementos.

Para estos días y los que vengan ser amor, compasión y gratitud aprender ver la luz en los demás. Estos días son una oportunidad para sanar una sociedad con veneno en dosis altas, tanto de palabras como de energía. Crear nuestro propio oasis y resurgir desde nuestro interior